Con algo de retraso, voy a contar mi impresión sobre lo sucedido en Cadalso.
Lo que se suponía una tarde bonita y con tintes románticos, acabó siendo una auténtica decepción. Vamos por partes.
Primero, al llegar a la taquilla, primer chasco. Pauloba se había caido del cartel por una gastroenteritis. El sustituto fue Morenito de Aranda. Aunque este torero me encanta, ya no era lo mismo, pues a Pauloba son contadas las veces que puedes verle hacer el paseillo.
Una vez asumido el cambio, pronto pude comprobar que Cadalso de los Vidrios, pese a su ubicación, en nada se parece en cuanto a seriedad a otros pueblos de alrededor. La corrida comenzó con veinte minutos de retraso, por un desfile de peñas por el ruedo, en el que lo único que hicieron fue poner todo perdido de vasos y demás cosas y tirar petardos. Decir también, lo incómoda que resulta esta plaza, con unos asientos hechos para niños (eso es lo de menos).
Tras arrastrar al primero de la tarde, hubo que regar la plaza. Se tardaron bastantes minutos en soltar al tercero, pues decían que no había caballos de picar (los picadores no querían montar en los que había). Por último, al matar Morenito al sexto de la tarde, hubo invasión del ruedo por parte de las peñas. Eso impidió que el diestro pudiese dar la vuelta al ruedo con el trofeo cortado. Son cosas que hay que cuidar si se quiere dar un mínimo de seriedad.
La mayor decepción fue la corrida de toros de Javier Gallego. Iluso de mi, esperaba toros bonitos, en el tipo del encaste veragua, que estuvieran integros y tuvieran casta. Pues nada de eso. La corrida fue sumamente desigual, cada toro de su padre y de su madre.
El primero, parecía un toro manso de hechuras. El segundo, muy chico y gacho. El tercero, precioso de capa y de bonitas hechuras. El cuarto, un zambombo que mas parecía un mamut, que un toro bravo. El quinto, el más serio de la corrida. El sexto, chico, bonito de hechuras pero con muy poca cara.
Todos ellos con los pitones sumamente sospechosos de manipulación.
La casta, tampoco apareció por ningún lado. Fue un conjunto noble, con poca fuerza y muy bajo de casta. El primero resultó un mulo, manso y descastado. El segundo, tuvo algo más de motor y fue noble. Tercero y sexto, muy justos de fuerza y nobilísimos. El cuarto, muy deslucido. El quinto, inválido total (tenía una cornada en la pata izquierda que algo afectaría).
De los de luces, sólo Morenito de Aranda destacó por momentos. Hubo muletazos preciosos, pero parecía que estaba toreando de salón, pues no había enemigo. Es un torero al que da gusto verlo.
Gallo, cumplió el trámite. A Frascuelo no le pudimos ver (si se vieron sus mínimas facultades), pues no hubo opción.
En definitiva, nada de lo que esperaba ver. No creo que me vuelvan a ver en los toros por ese pueblo.
Si quereis leer más o ver fotos del festejo, en toro, torero y afición.
Pd: he sido bueno y he puesto la foto del toro mas bonito de la corrida. Se pueden apreciar los sospechosos pitones que lucía. Foto publicada en toro, torero y afición.
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