sábado, 4 de octubre de 2008

LA CASTA LA PUSO PERERA

Lo primero que tengo que decir de la tarde de ayer, es manifestar mis maximos respetos a M.A.Perera, por su actitud, entrega y honestidad. Lo que hizo ayer tuvo (para mi) mucho mérito.
Ahora bien, por partes.
Lo primero, que estaba claro antes de empezar, se equivocó claramente con la elección de los toros. En una corrida en solitario, eso lo tienes que cuidar al máximo y no se pueden traer toros de estas ganaderías que, salvo milagro, sabes que no van a funcionar en una plaza como Madrid, por su blandura y descastamiento. Además, un torero como él, poderoso y que se encuentra en buen momento, luce mucho más con toros como el que saltó de sobrero, en sexto lugar, con el hierro de Fuente Ymbro. Un toro encastado, que fue estoqueado por el sobresaliente (D.Saleri), que no se que pintaba de sobrero y no como titular.
Otro defecto que le vi, fue que alargó demasiado los trasteos. Siempre se ha dicho que lo bueno si breve, dos veces bueno. Si encima la corrida la matas tu sólo, con mayor motivo tienes que hacer faenas cortas, máxime cuando tu oponente no da opción de triunfo. Le tocaron demasiados avisos, todos, antes de entrar a matar.
Las orejas del tercer y cuarto toro (sobre todo la del cuarto), fueron de muy poco peso. Quizá, producto de la cogida sufrida en el segundo, en el que pasó a la enfermeria con un testículo fuera, y salió como si nada hubiera pasado.
Artísticamente, es decir, en el toreo fundamental a mi no me convenció. Es verdad, que con semejantes toros, es dificil llegar a emocionar. Unicamente una tanda por el pitón derecho y dos naturales perfectos, en el tercero, tuvieron el nivel que hay que exigirle a este torero.
También sería injusto no hacer mención al tremendo viento que sopló toda la tarde que condicionó mucho la lidia de los toros.
De actitud, hay que ponerle un diez. Con esas ganas se viene a Madrid. Un tio capaz de sobreponerse a tantas adversidades (juego de los toros, viento, cornadas..) y que demuestra esa casta torera, tiene que tener su recompensa. He leido por algun blog, que ver a un torero herido no gusta, que lo que hay que ver es torear de verdad. En lo de torear de verdad estoy de acuerdo, pero el toreo, de toda la vida, no es sólo naturales y derechazos perfectos. Esta fiesta, también tiene ese lado heroico, en el que existen las cornadas, sin el cual esta profesión no sería lo que es. Ver a un tio, desafiando todo, con varias cornadas en el cuerpo, sin volver la cara en ningún momento, es de admirar. Esa es una de las cosas por lo que esta profesión es especial. Esta claro, que están hechos de otra pasta. Además, ninguno de los percances fue producto de un toreo tremendista ni alocado. La primera cornada vino al tirarse a matar a ley y recetar un estoconazo. La segunda, en un estatuario, mas firme que una vela, en el que un arreón de manso se lo llevó por delante. Con un cornalón en el muslo (que tampoco hay que olvidarlo), se mantuvo en el ruedo, se puso a torear y pegó una estocada que tiró sin puntilla al toro.

Esperemos que se recupere pronto. Hoy tocan los victorinos.

3 comentarios:

manon dijo...

No puedo estar más de acuerdo. Me parece que a alguno se le va la pinza con la dureza en sus juicios.

jose hurtado "el chelin" dijo...

hola amigo lo felicito por su blog vivo en pamplona y soy de venezuela y tengo mi blog podemos intercambiar noticias saludos

Anónimo dijo...

¿ De verdad encontráis disfrute viendo torturar y hacer sufrir a un animal ?

¿ que os distingue de los que apalean a un perro o a otro animal ?