Como apertitivo a lo que nos espera a partir de esta tarde, ayer vi la novillada de La Quinta en Guadarrama. La verdad es que me defraudó. Fue una novillada muy desigual de presencia, desde el escurridísimo tercero hasta el cuajado y serio que hizo sexto.
De comportamiento, salvó la novillada el ejemplar lidiado en sexto lugar, bravo y encastado, único que hizo honor a lo que se espera de este hierro. Fue el mas en tipo en cuanto a presencia de los seis, empujó fuerte y con estilo bajo el peto en el único puyazo (eso si, duro) que le pegaron. Desarrolló casta y nobleza, pero había que hacerle bien las cosas pues de lo contrario te comía. Lo quería todo por abajo. Desbordó por completo a su matador, Antonio Espaliú.
El resto, sosesía, falta de casta y falta de fuerzas en algunos de ellos, en especial el tercero. El segundo fue noble hasta decir basta, la tonta del bote llevada al límite. El primero desarrolló problemas por su mansedumbre, pues arreaba para los adentros. El cuarto no humillo nunca y salía desentendido de cada muletazo y el quinto se paró pronto.
Completaron el cartel Arturo Saldivar, que cortó una orejita y Javier Jimenez, vulgar.
Dentro de un rato comienza la feria de otoño con una novillada de Jose Luis Pereda. Para el que quiera entrar en discusión, creo, por las fotos, que esta en la linea de cebada. Posiblemente venga de lo que le compro a las Herederas de Bohorquez, de esa procedencia. Sinceramente me ha ilusionado mas de lo que estaba (no era dificil).
Veremos como acaba.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario