Tras la novillada inagural de la temporada, en la que hubo muy poco que llevarse a la boca, llegaba la novillada de Juan Luis Fraile. Tras la interesante corrida del año pasado, había expectación por volver a verles pisar el ruedo venteño. Desgraciadamente, el batacazo fue de los grandes.
Empezó mal la cosa pues, con el hierro de Juan Luis Fraile, sólo se aprobaron cuatro ejemplares. Los dos remiendos llevaban el segundo hierro de la casa, María Cascón, de procedencia Lisardo-Atanasio. Además, el primer graciliano se partió un pitón nada mas salir y tuvo que ser devuelto. Total, que sólo se pudieron lidiar tres ejemplares del hierro titular. De ellos, nada que destacar. Mansos, con poca fuerza y sin casta. El tercero, se le fue vivo a Juan Carlos Cabello, no por la dureza del animal, sino por su mal manejo de los aceros.
El resto fue mas de lo mismo. Muy poca fuerza y nula casta. El presidente, en este caso Cesar Gómez, armó el lio al mantener en el ruedo, con mucha chulería, al sexto de la tarde que se derrumbó en varias ocasiones.
No contribuyeron en nada, bueno si, en hacer aquello mucho más aburrido, los tres novilleros. No se puede torear peor.
En definitiva, otra tarde para olvidar.
Pd: la foto pertenece a http://www.las-ventas.com/
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