Ayer por la tarde me acerqué a la localidad madrileña de Cercedilla, para presenciar una novillada santacolomeña con el hierro de El Verdinal, propiedad de los Pérez Villena. Resultó un fiasco. Muy bajos de presencia, sospechosos de pitones, mansos, flojos y descastados. Mucho deben trabajar los ganaderos para sacar adelante esta vacada pues, visto lo de ayer, su estado no puede ser peor. Algunos, eso si, se acordaron de su procedencia y desarrollaron complicaciones y peligro en el último tercio.
Los novilleros eran Javier Cortés, Calita y Juan Carlos Rey. Nada que reseñar de ninguno de ellos.
Era la primera vez que iba a esta plaza y tengo que decir que no me gusto absolutamente nada. No digo la plaza en sí, sino su público y su organización. Dos peñas, no pararon de cantar durante la lidia, mostrando falta de respeto absoluta hacía la gente de luces. Por momentos, daba igual lo que ocurriera en el ruedo, tanto malo como bueno, pues la gente estaba a otra cosa.
Se dio siempre un sólo puyazo y se cambió el tercio de banderillas con dos entradas. Por último, no se anunciaba el novillo que saltaba al ruedo.
En definitiva, una tarde para olvidar.
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