GRATA SORPRESA EN BECERRIL DE LA SIERRA

El pasado sábado, me acerqué hasta la localidad de Becerril de la Sierra para asistir a la novillada concurso de ganaderías organizada por primera vez en este coso.

Después de ver el resultado y la organización de la misma, no queda otra que mandar mi felicitación a la comisión. Aunque, como es lógico, hay cosas que mejorar, se intentó hacer todo con rigor y seriedad.

En primer lugar y lo mas importante, fue la irreprochable presentación de los seis novillos que saltaron al ruedo. Todos ellos fuertes y rematados, de bonitas hechuras (salvo el sexto, mas basto y algo pasado de kilos), en tipo y en puntas.

En el ruedo, como se suele hacer en este tipo de festejos, estaba delimitado el terreno del picador y había tres rayas, cada cual mas lejos de la anterior para indicar donde se debía colocar al novillo en cada encuentro con el caballo. Esto sólo lo había visto en las concurso realizadas en Francia.

Todos los datos de los novillos, picadores y novilleros se anuncaba por megafonía. Esto si hay que mejorarlo, pues apenas se escuchaba lo que se decía por ella.

Para la ocasión se escogieron seis astados de ganaderías de la zona. Viendo el resultado de la misma, si este festejo tiene continuidad en años posteriores, tendrán que plantearse cambiar alguno de los hierros por su pobre juego.
Salieron por este orden:

1º- VALDEOLIVAS: bien presentado, bonitas hechuras, tomó tres varas en las que no se empleó, aunque tenía ciertas condiciones, se fue parando según avanzaba la lidia. Fue picado en exceso.

2º- EL RETAMAR: bien presentado, bizco de pitones, de buenas hechuras, tomó tres varas, sin empuje ni codicia. Se dolió del castigo. Flojo, soso y descastado.

3º- HNOS. PEREZ VILLENA: de nombre Bobón, bien presentado, de bonitas hechuras, tomó tres varas. Cumplió sobradamente en los tres encuentros, con el defecto de tardear en el segundo y tercero. Encastado, noble y repetidor en sus embestidas. Fue indultado por petición popular. Habría mucho que discutir, como ocurre en casi todos los indultos. Bajo mi punto de vista, algo excesivo el premio. Fue el primer indulto que presencio en directo en mi vida y, tengo que reconocerlo, fue emocionante. No se me puede olvidar la actuación del picador ante este novillo. Hizo muy bien la suerte, tiró el palo como debe hacerse y midió el castigo.
Como es lógico, fue el ganador del concurso.

4º- LUIS CARLOS GAYO: de encaste santa coloma, bien presentado, tocado de pitones, tomó dos varas en las que manseó claramente. Fue flojo, manso y descastado.

5º- MONTE LA ERMITA: bien presentado, tomó sólo una vara pues manseó desde el comienzo y no andaba nada sobrado de fuerzas. Se rajó casi de salida. Resultó noble en la muleta, eso si, siempre pegado a tablas.

6º- TOMÁS ENTERO: bien pesentado, basto, muy fuerte por grande y hondo, algo pasado de kilos. No paró de moverse desde que salió. Tomó cuatro varas, arrancándose alegre en todas ellas. Cumplió en las cuatro, aunque en la última salió algo suelto. Cuando se iba el piquero todavía quería mas guerra. Tuvo mucho motor, poder y casta. Desarrolló complicaciones en la muleta y, sobre todo, a la hora de entrar a matar. Todo ello, unido a la poca experiencia de su matador, hizo que casi volviera vivo a los corrales. Se le otorgó una mención especial por su comportamiento en varas.

Los novilleros fueron:
Miguel Ángel Bravo (sustituía a Victor Barrio), silencio y vuelta. Se intentó justificar, aunque no pasó de voluntarioso.
López Simón, silencio y dos orejas. Algo pesado en su primero, alargando demasiado el trasteo y mejor en el quinto, donde dio la cara y logró buenos muletazos pegado a las tablas.
Adolfo Ramos, dos orejas simbólicas y silencio tras dos avisos. Bien en su primero, mostro cierta clase y maneras, aunque sin llegar a la altura del novillo. Pasó un calvario en el sexto, al que no quiso ni ver.

En definitiva una tarde muy entretenida, que espero sirva para animar a la comisión de esta localidad a seguir adelante con este tipo de festejos, en el que el toro es el protagonista. Desde aqui les apoyaremos en lo que haga falta.