lunes, 2 de junio de 2008

EL CID: NUEVA LECCIÓN DE TOREO


Otra vez El Cid. Tuvo que llegar él, para dar una nueva lección de toreo. Fue una lección de torería, de verdad, de pureza, de pundonor, de ambición y de disposición. Ahí es nada.


Está muchos escalones por encima del resto, lo ve muy claro y le valen casi todos los toros. Estos, en sus manos, parecen otros. Lo que de verdad tiene mérito y demuestra que estamos ante un figurón del toreo, es que hace el toreo verdadero a todo tipo de toros. No sólo a los cómodos y sencillos, sino a astados como los de ayer, complicado y con peligro uno y muy encastado el otro.

Me hubiera encantado ver a muchos con ese lote. Estoy harto de oir que El Cid tiene suerte en los sorteos. Los que de verdad tienen suerte son los toros. Lo que ocurre es que en sus manos todo parece diferente.

Victorino tiene también bastante que agradecerle. La corrida de ayer, hubiese pasado totalmente inadvertida de no ser por la actuación del torero de Salteras. Se salvaron el cuarto y el sexto. Encastados ambos, lucieron de forma diferente. Hubo tres, muy nobles, demasiado suaves y bajos de casta, como fueron primero, segundo y quinto, que además blandearon en exceso. El más complicado fue el tercero, imposible por el pitón izquierdo.

El Cid, volvió a perder la Puerta Grande, pero da igual. Su actuación quedará en la memoria. Ni siquiera un esguince de tobillo, al recibir al primero de su lote, le afligió el ánimo. Ante ese ejemplar, no se lo pensó. Se fue a los medios, lo citó y comenzó a torear en redondo. La tercera tanda por ese pitón fue antológica. Crujió la plaza. Con la mano muy baja, muletazos templados y hasta el final, con el toro embistiendo muy fuerte. Por el izquierdo no tenía uno. Aún así, porfió con él hasta extraer algún muletazo. Cuando volvió a la derecha, el toro estaba imposible. Pinchó y perdió un trofeo.

Con el sexto, un animal de espectacular arboladura y muy encastado, estuvo sensacional. Fue perfectamente lidiado por El Boni y lo dejó crudo en varas. Rapidamente, se echó la muleta a la izquierda y empezaron a brotar muletazos ligados, largos, de mano baja y rematados con pases de pecho de pitón a rabo. La emoción era indescriptible. Lo hacía ante un TORO, que embestía como un tren. Es verdad, que no todos los muletazos fueron limpios, pero hay que mirar la condición del toro. Las series fueron de cinco muletazos y el de pecho. Había mucho que tragar en los dos primeros, yendo a más a partir del tercero. No se puede torear con mayor pureza. Siempre muy bien colocado, adelantando la muleta, dejandola en la cara con suavidad y conduciendo la embestida hasta el final. Fueron cuatro tandas al natural. Cambió de pitón, donde el toro era, todavía, más complicado. En la primera tanda, le costó acoplarse, pues le engancho en los primeros muletazos. Los dos últimos, de mucho mérito. En vez de cambiar de pitón, que era lo fácil, siguió por el lado derecho. Fue una tanda superior. Le enganchó en los dos primeros, se alejó del toro, pidió calma y ligo cinco muletazos en un palmo de terreno, con la mano muy baja y muy templados.Tenía las dos orejas pero pinchó. Una estocada trasera acabó con el toro y le sirvió para cortar un trofeo.

Ferrera y López Chaves, naufragaron toda la tarde. El primero, desaprovechó al noble primero y el pitón derecho del encastado cuarto. El segundo, esta perdido. Dio mil muletazos, ninguno bueno.

Pd: así de bien toreó "El Cid" al sexto de la tarde. Foto publicada en www.las-ventas.com

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