MIS PRIMEROS FESTEJOS DEL AÑO

El pasado viernes, acudí al palacio Vistalegre para presenciar la primera novillada de la Opotunidad. Ésta afición es así. Tenía decidido que no iba a ir ningún día pero, según se acercaba la hora, el cuerpo me lo empezó a pedir. Así que, allí me planté. Al recoger la invitación (era gratuita), me encontré con que ésta valía, también, para los dos festejos restantes a celebrarse el día siguiente, en doble sesión.
De la novillada, hay muy poco que destacar. Novillos de la Dehesa de Cavalches, dulces y flojos, que no hacían un mal gesto, pero sin emoción alguna. Sólo el sexto embistió con más motor, siendo, de largo, el mejor de la tarde. Los chavales de las distintas escuelas no estuvieron mucho mejor. El nivel fue bastante pobre, pese a lo que he podido leer en varios medios. Sólo se puede reseñar algún detalle de Fernando Beltrán en el tercero y lo placeado y puesto que estuvo Damián Castaño, que tuvo la actuación más lucida de la tarde frente al sexto ejemplar.
La conclusión es clara. Los chavales de las escuelas parecen clones. Todos torean igual, se saben todos los trucos, pero de lo fundamental, nada de nada. Por no aprender, no aprenden ni la liturgia que tiene este espectáculo. Además, muchos de ellos parecen que ya lo tienen todo hecho y no exponen lo mas mínimo.
Como soy un poco masoca y al tener la entrada en el bolsillo, la mañana siguiente me volví a presentar allí. Pude presenciar cuatro ejemplares, pues la cosa se alargó y una comida familiar esperaba. Los tres primeros novillos, también de la Dehesa de Cavalches, fueron infumables. Mansos, inválidos y sin casta alguna. El cuarto, en cambio, si fue muy interesante. Resultó extraordinario. Noble, repetidor y humillando en todo momento.
De los espadas, sólo me quedó con unos naturales de Gómez de Pilar, al segundo de la mañana. Iba con ganas de ver a Tomasito, del que había oido hablar, y la impresión que me quedó es que quiere parecerse a Castella. Tulio Salguero, que mató el cuarto, estuvo muy por debajo. Mostró ganas, que no es poco, pero siempre muy atropellado y embarullado.
A la sesión de tarde no asistí.
Veremos que ocurre en el mes de febrero cuando tendrán lugar las semifinales del certamen.