El pasado sábado se lidió una interesante corrida de Dolores Aguirre. Bien presentada, tuvo menos complicaciones que las últimas lidiadas con este hierro. Aún así, fue una corrida dura, ante la que había que estar muy firme y dispuesto. Toda ella manseó a excepción del segundo, un gran toro. Cumplió bajo el peto y tuvo una embestida noble y templada, ideal para realizar el toreo.
Ante ellos, destacó Joselillo. Cortó una oreja al primero tras una faena de gran entrega en la que consiguió buenos muletazos, bajando la mano y siempre muy firme y valiente. Con el sexto perdió el triunfo por la espada. Pasó de la gloria al infierno en cinco minutos. Los que tardó en intentar matar al toro sin éxito. Le dieron los tres avisos al no ser capaz de pasaportarlo. El toro, duro como el solo, se puso imposible tras recibir un espadazo, con el que dio dos vueltas al ruedo. La cuadrilla desbordada, no ayudó en nada al matador. La solución , pasaba por quitar la espada y volver a entrar a matar. Cuando lo hicieron ya era demasiado tarde. Fue una lástima, porque no merecía Joselillo este final. Antes, había estado de nuevo muy valiente con este toro.
El toro de la corrida, el segundo, le correspondió a Salvador Cortés que estuvo muy por debajo. Toreó fuera de cacho, siempre al hilo y muy despegado. Una pena, pues el toro era de triunfo gordo. Ante el quinto, se le vio desangelado y sin exponer lo mas mínimo.
Completó el cartel, Uceda Leal. Se vio en primer lugar con un toro muy listo y peligroso. En dos muletazos, aprendió todo y se puso imposible. Hasta machetearlo tenía peligro. Todo un regalo. El cuarto, tampoco fue fácil aunque se podía estar mucho mejor de lo que estuvo él.
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