Al fín llegó la casta. Tuvo que ser en el último toro de la tarde. Quien me iba a decir que iba a ser un toro con el hierro de Las Ramblas. Fue un ejemplar correcto de presencia y muy serio en todos los tercios. Cumplió en los dos puyazos, aunque salió suelto del segundo, arreó en banderillas y llegó encastado y repitiendo las embestidas al último tercio. No resultó fácil, como toro con casta que fue. Necesitaba que se le hicieran las cosas bien, pero daba gusto verlo galopar alegre y con ese punto de fiereza a la muleta.
Ante él tuvo a un torero también poderoso, Bolivar. Estuvo muy firme y honrado, luciendo las embestidas del animal. Consiguió, sobre todo antes de la cogida, templar y mandar en la embestida, siempre con la mano muy baja. Al rematar la segunda serie, fue prendido y sufrió una cornada en el gemelo. Ni se miró. Cogió de nuevo la muleta y volvió a la cara como si nada. Lo intentó también por el lado izquierdo, el pitón más complicado del toro. Tras una estocada desprendida cortó una merecida oreja. Me alegró mucho por él porque se lo merece, después de las injusticias que ha vivido en esta plaza. A mi me encanta verlo y espero que el viernes haga el paseillo aunque esta complicado.
Los otros dos ejemplares de Las Ramblas, en especial el segundo, resultaron buenos para el torero y fueron desaprovechados por El Fandi y Bautista.
Ahora bien, la primera obligación de un ganadero es presentar la corrida completa y no lo pudo hacer, pues sólo le aprobaron tres ejemplares.
Viendo el resultado de los remiendos del Marqués de Domeq, fue una lástima que no se lidiara la corrida completa, pues estos resultaron descastados.
Bautista estuvo ausente y pegapases toda la tarde. El Fandi en su línea, no da más de si. Eso si, muy vulgar en banderillas.
La foto pertenece a www.las-ventas.com
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