Otro festejo más con muy pocos argumentos.
Los toros de Vellosino, mansos, flojos y muy bajos de casta. Sólo se puede salvar (por decir algo) al sexto, con algo mas de acometividad y las diez embestidas del segundo, que se acabó nada más empezar.
La terna tuvo una tarde aciaga.
Uceda, frio, falló hasta con la espada.
Miguel Abellán, sin ambición, no aprovechó las embestidas del segundo y naufragó.
Rubén Pinar, dejó escapar al sexto, con su toreo pueblerino. Perfilero, sin ajuste alguno y toreando siempre hacia fuera. Además, sin que nadie aplaudiera salió a saludar por su cuenta.
Así pues, otra tarde para olvidar rapidamente. Esperemos que los toros de Escolar nos hagan reencontrarnos con la casta, que falta le hace a esta plaza y a la fiesta en general.
La estoquearán tres especialistas: Rafaelillo, Robleño y Alberto Aguilar.
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