La tarde de ayer, estuvo marcada por el segundo novillo de la tarde. De nombre "Abejorro", algo chico, de bonitas hechuras, que resultó extraordinario. Bravo, noble, de gran fijeza y prontitud y repetiendo las embestidas. Todo un lujo y un regalo para triunfar en Madrid.
Ante él, se dio a conocer, para los que no le habían visto, un novillero mexicano apodado El Payo. Toda la lidia fue de gran interés. Se mostró como un gran capotero, empleando gran variedad de suertes. Ejecutó todo muy templado y toreando con gusto. Recibió al animal con verónicas a pies juntos, lo puso en suerte ante el caballo de picar con un galleo muy lucido. Quitó por gaoneras y, posteriormente, por tafalleras.
En la muleta, el comienzo resultó vibrante. Toreó, largo y templado, en dos buenas series por el lado derecho. Siguió al natural, con mayor profundidad. Tras esa serie, bajó algo el nivel y el tono de la faena. Terminó su actuación con preciosos muletazos ayudados y de adorno. Su gran lunar, fue el mal manejo de la espada. Perdió el triunfo. Recibió una gran ovación, al igual que su oponente.
En el quinto, se fue a los medios a recibirlo con una tafallera. Ni se movió. Continuó lanceando a la verónica. Nuevamente, colocó muy bien en suerte al astado. Fue bien picado por Tito Sandoval. Tras salir del primer puyazo, realizó un quite combinando chicuelinas con tafalleras. En una de ellas, el novillo le vio y le propinó una cornada en el muslo. Se marchó a la enfermeria, dejando al público helado.
Así tiene que venir un novillero a Madrid, con esas ganas y esa disposición. Cambió el triunfo por una cornada pero, percances así, dan honor al torero que lo sufre.
El resto de la novillada, no resultó tan lucida. En general, le faltó mayor chispa y pujanza, algo que siempre esperas ver cuando se lidia una novillada de este encaste.
El primero, muy mal presentado, resultó noble pero algo soso y sin terminar de humillar. El tercero, impresentable, fue nobilísimo, pero con poca emoción. El cuarto, resultó deslucido y bajo de casta. El quinto, cumplió en varas y desarrolló cierta casta. El sexto, fue noble pero venido a menos en la muleta.
Daniel Martín y Pepe Moral, estuvieron muy vulgares toda la tarde. El primero, no tenía que haber venido por no estar recuperado de una fractura en la mandíbula. El segundo, triunfador el año pasado en este coso, no se pareció en nada al de entonces.
Pd: en la foto, "Abejorro", lidiado en segundo lugar. Así de templado y con ese gusto toreó de capote El Payo. Ambas, han sido publicadas en www.las-ventas.com
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