Hoy hay poco que contar. La tarde ha sido bastante aburrida.
Cortó una orejita de regalo Ferrera, en el sexto, tras una actuación bullidora pero exenta de lucimiento. La gente, que tenía ganas de divertirse e ir a sus casas con algo que contar, pidió el trofeo y, la presidencia, lo otorgó. Fue una labor típica de Ferrera. Carreras, espectacularidad en banderillas (sólo se puede destacar el segundo par) y toreo perfilero y sin bajar nunca la mano. Dio distancia al toro pero a la hora de torear, nada de nada. Mató de forma efectiva y cortó un apéndice. Uno no entiende que puedan darse trofeos así en una plaza como Madrid pero, desgraciadamente, se dan cada día más. El gran público feliz y los aficionados mosqueados.
Del resto, nada que mencionar. Esplá pasó el trámite y Encabo no atraviesa su mejor momento.
La corrida de Pereda no me gustó nada. Muy justa de fuerza, bajísima de casta y sin ninguna emoción.
Por cierto, no entiendo como no se guardó un minuto de silencio por el atentado perpetrado por la mañana.
Pd: así coloca banderillas Ferrera. En la tarde de los toreros banderilleros vimos tercios de banderillas muy vulgares. Foto publicada en www.las-ventas.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario