Otra tarde más para olvidar. Gran parte de culpa la tuvo la mansada de Alcurrucén. Corrida mala y descastada. Es ya, el segundo año consecutivo que pega el petardo en Madrid. No se si tendrá algo que ver, pero en ambas ocasiones estaba anunciado Ponce en el cartel. Casualidad o no, el caso es que corrida en la que se anuncia, corrida que resulta un desastre.
Lo que no se puede olvidar, es el toreo de Morenito de Aranda. Un joven torero burgales que entró por la vía de la sustitución y que, con su toreo de muy buenas maneras, se ganó el respeto de la afición. Quedará en la memoria, el magnífico toreo a la verónica al tercero de la tarde. Fueron lances templados, cargando la suerte, ganando terreno y rematados con dos medias extraordinarias. Dudo que este año veamos torear mejor de capote. Con la muleta, dejó muestras de que se trata de un torero diferente. Su toreo tiene hondura, empaque y belleza. Consiguió muletazos buenos, de los que hay que destacar un soberbio cambio de mano y un pase de pecho monumental, de pitón a rabo y muy cargada la suerte. Apetece volver a verle cuanto antes.
Ponce estuvo en Ponce. Ese torero mentiroso en el que se convirtió, del si pero no. Castella, anduvo sumido en la vulgaridad. Cada vez dice menos este torero.
Pd: así toreó a la verónica Morenito de Aranda. Foto de http://www.las-ventas.com/
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